No deja el pájaro de volar ni de cantar

… no deja el pájaro de volar ni de cantar, no deja la rosa de regalar su belleza y su perfume, no deja el pobre de pedir ni el enamorado de decir “te quiero”… ¿dejarás tú, querido amigo, querida amiga, de agradecer cada mañana?… suenan en la lejanía no sé qué clamores que se levantan de la fatiga y de la lucha cotidiana que no acaba… buscas y buscas, pero no encuentras demasiado, salvo tropiezos y desilusiones… es increíble con cuánta soltura se miente hoy… se concede impúdicamente que todo se vea distinto de cómo es en realidad… es que la «realidad», se dice, no importa… amigo, amiga, es urgente que “salgas”, como don Quijote, y no te dejes engañar ni sujetar por la necedad imperante… tal vez sin mucha compañía, pero nunca estarás solo… debes aceptar una incomprensión entre los tuyos más cercanos… pero no la hagas motivo de queja ni de victoria… levántate desde la plegaria que supera y trasciende cualquier mentira… ¿es posible vencer tanta confusión?… “tengan valor, Yo he vencido al mundo”… no te detengas en los acechos de un camino ya superado, lo que murió ayer ¡ya está muerto!… es inútil insistir… la #rosasinporqué agradece siempre, aunque se avecinen tormentas… ¿cuál es tu actitud principal para comenzar la jornada?, ¿eres capaz de mirar más allá?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 16,29-33)…