Tú me llamas pero el tiempo me apresura

… Tú me llamas pero el tiempo me apresura con sus pasos, diciéndome que Tu no estarás cuando yo llegue… ¿tendré que seguir buscándote porque el límite me dice: “eres nada y nada tienes”?… mas sé por experiencia, y comprobado, que el límite, sólo hace que Tu amor, Señor, comience… que donde dice: “se acabó”, Tú me dices: “¡vamos!, abre tus ojos y verás lo que aparece”… que donde dice: “hasta aquí llegaste vos”, Tú me dices: “es allí, a donde Yo digo: ‘presente’”… que donde dice: “¿cómo, no eran dos?”, Tú me dices: “recuerda, somos uno para siempre”… que donde dice: “para ti no hay más perdón”, Tú me dices: “lo habrá mientras mi entraña se rebele”… que donde dice: “se fue y no vendrá hoy”, Tú me dices: “el que ama siempre vuelve”… entonces, Señor, cuando la espera me parezca sin razón, que yo sepa que el que espera, el tiempo vence… ya que eterno das tu Amor en este tiempo mío, más que breve… la “rosa sin porqué” no desconfía del llamado a la gratuidad por eso no se cansa de esperar… ¿te sabes llamado a un amor más grande que le da todo el sentido a tu existencia?, ¿sabías que el amor no acepta el mal sino que lo perdona y que por eso el amor siempre espera aunque padezca?… (con el Evangelio de hoy San Mateo 10,1-7)…