María le habla al sueño del buen José

– “… José, mi amado esposo, el que es verdaderamente pobre no deja de esperar, no deja de soñar…”…

– “… María, mi linda esposa, nosotros somos pobres… pero, ¿tenemos derecho a soñar?…”…

– “… ¡sí!, mi buen José… no dudes que todo ha sido un gran Sueño, el Sueño de Dios, en el cual está Él mismo, y tú estás puesto y estamos llamados a participar… no dejes de esperar, José, no dejes de soñar… que lo que elegiste por amor, será siempre tuyo, ya que en tu amor lo llevas… este Sueño no es tuyo, sino que eres llevado por Él más allá de tu amor… ¡estamos en el Sueño de Dios!… y nada, pero nada, se nos quita…”…

– “… María, ¿qué nada se nos quita?… ¡el Altísimo me quita lo que más amo después de Él!… ¡te quita a Ti!… ¡te saca de mi vida!…”…

– “… no pienses así, Josesito… el Altísimo, que es Padre amoroso, no quita nunca nada a nadie… me deja en tu amor elegida por Él, para que a su vez, no me quites tu de Él, sino que me dejes en su Amor elegida por ti…”…

– “… Mariíta, mi amada esposa… ¡no entiendo nada!…”…

– “… no importa, mi amado José… una vez más: no dejes de soñar, no te duermas, que *el amor de Dios no es somnífero, sino despertador de sueños*… toma en tus manos su Sueño y haz lo que este Sueño te haga soñar… el Padre te ha elegido a ti para cuidar su Sueño… te quiere soñando con Él que el Amor se hace fecundo y se hace realidad… te quiere compartiendo con Él el gozo de ser padre… quiere que le indiques los trabajos al Hacedor de todas las cosas… que aceptes por principiante al que está desde el Principio… que le enseñes tu oficio de trabajar amando, mientras Él te enseña el Suyo de amar redimiendo… un día, buen José, vas a descubrir que en su Sueño se ha cumplido el tuyo… hemos entrado juntos en las ensoñaciones del Dios de la vida y del amor…”…

… la “rosa sin porqué” es sueño cumplido del sueño de otro… ¿eres sueño de los sueños de los tuyos?; ¿has dejado de soñar?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 1,18-23)…