¿Las «raíces» han de ser nuevas?

… ¿las «raíces» han de ser nuevas?… pregunta extraña… es verdad que toda madurez supone largo tiempo y que, por ello, las verdaderas raíces son siempre antiguas… el problema se da cuando estas mismas no han existido… no entorpezcas tu vida prestando atención a las banalidades de la moda, a esas «murmuraciones» o reclamos de atención a lo “nuevo”… acepta las limitaciones y las dificultades, pero de ningún modo te detengas a considerar lo que no tiene espacio en la gratuidad… muchos esgrimirán hasta motivos «religiosos» para hacerse valer y dominar… pero todo eso, todo lo que produce desazón, angustia o temor, no viene de la gratuidad… el verdadero amigo y amiga de la rosa no necesita ni quiere recordar «poderes», ni pierde el tiempo en afirmarse invocando presuntos derechos… ¡nada de «ley del más fuerte»!… si has abrazado el honor y el decoro de tu jardín interior, quédate en el silencio profundo y despréndete de lo que no cuenta… despierta cada mañana al inmenso paisaje de la aurora en tu corazón… mira la ternura de Aquél que es tu vida… la #rosasinporqué siempre es nueva porque sus raíces son siempre las mismas… ¿vives cambiando tus raíces sin dejar que abran tus flores ni maduren tus frutos?, ¿desprecias las raíces pensando que porque no se ven no sirven para nada?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 16,9-15)…