… las apariencias necesitan de la distancia para sobrevivir, si se descubriera su ficción, mentira y engaño, desaparecerían… el mediocre no soporta la cercanía de la gratuidad, porque sabe que queda en evidencia la mezquindad de su entrega… el amigo, y la amiga, de la rosa cultiva las “distancias cortas” para acercarse a los que están a su lado… como una manera de despejar esas dudas que surgen en las relaciones, para derribar prejuicios y dar oportunidad al cambio… el amigo, y la amiga, de la rosa cultiva las “distancias cortas” para darse a conocer y transmitir que no tiene mayor intención que ayudar y un único propósito… hacer la vida más fácil y más linda… el amigo, y la amiga, de la rosa cultiva las “distancias cortas” para mostrarse tal y como es, sin miedo, sin necesidad de aparentar ser distinto… o, invitando al otro a ser lo que es, y a sentir esa empatía que hace crecer y le posibilita ser auténtico… el amigo, y la amiga, de la rosa cultiva las “distancias cortas” como el camino para despejar dudas y suspicacias… y conseguir grandes relaciones personales, quitando competitividad, celos y envidias… la #rosasinporqué cultiva la gratuidad de las “relaciones cortas” de tal manera que no ignora ningún otro pimpollo que se abra a su lado… ¿temes las “distancias cortas” que diluyen las apariencias?, ¿atas pesadas cargas sobre las espaldas de tus hermanos que tú no eres capaz de llevar?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 11,42-46)…