¿Has que ser un soñador o un cuerdo?

… ¿has que ser un soñador o un cuerdo?, ¿has que ser loco o juicioso?, ¿has de aspirar a todo o conformarte con algo?, ¿los pies en la tierra o la cabeza en las nubes?… si eres sólo un soñador, ¿a quién ayudarán tus quimeras?, ¿te enzarzarás en un mundo de fábulas y deseos que jamás tocará la tierra real donde la gente llora y ríe?… pero, si todos se vuelven prosaicos y sensatos, razonables y prudentes, reposados y consecuentes, ¿quién seguirá soñando que es posible la gratuidad?, ¿quién mantendrá viva la lógica imposible del abandono, la locura vencedora de la paciencia, la debilidad fuerte de la confianza?… soñar con los ojos abiertos, volar libre de ataduras en alegría y pobreza… caminar ligero de equipaje, sonreír con los que sonríen y llorar con los que lloran, y dejar la paz… abrazar mil vidas, curando las heridas, enjugando las lágrimas dejando la paz… despertar sueños, orientar vidas, contagiar la paz… si soñaras siempre, si amaras olvidándote, abandonándote… ¡si te animarás a vivir en y de la gratuidad!, olvidándote de ti mismo y de tus cosas… la #rosasinporqué se deja enviar por la gratuidad a la gratuidad y es inmensamente feliz libre de mezquindades… ¿vives tristemente apoltronado en las pantuflas de tus mezquinas comodidades?, ¿te arriesgas a dejar tus paralizantes comodidades y te animas a confiar?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 10,1-9)…