La tentación de “clasificar para elegir y descartar” invade tu corazón

… la tentación de “clasificar para elegir y descartar” invade tu corazón y deforma la gratuidad… desde ya que hay que “hacerlo”, pero no te toca a ti ni a ningún ser humano esa “misión”… ten siempre cuidado de los fanáticos que absolutizan sus visiones… tú, aprovecha de tu ciencia y experiencia para siempre “sumar” y dar oportunidades… dar oportunidades, ¡no fomentar oportunistas!… cuando vas de camino las voces se multiplican… «sigue», dicen unos… «no sigas, detente», dicen otros… en realidad, tú sigue de cara al horizonte que conoces y no permitirás las distracciones innecesarias o fuera de lugar… la mezquindad que compara, ahoga y detiene… lo que carece de «realidad» pesa y distrae… las ambiciones tan vanas que te chocan todos los días son zancadillas, por lo general poco temibles, aunque suficientes para detener tu andar agradecido… el «viejo enemigo» no te quiere ver pasar, le disgusta tu sonrisa, se enfurece con la paz que llevas… no le respondas, no entres en su sucio juego, no lo atiendas, no lo mires… ¡por Dios no te vuelvas!… tu sigue, con sencillez y nada más… la #rosasinporqué no pierde el tiempo en clasificar personas, ella siempre desde la gratuidad apuesta a las oportunidades… ¿descartas o das oportunidades?, ¿te arrogas la pretensión de estar sentado en el tribunal del Reino de los cielos?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 13,47-53)…