La pesca será abundosa según la sorpresiva medida de Dios

… “caminante peregrino”, no tienes que viajar a ninguna parte para que tu Señor te adentre en su Corazón… ¡tan solo tienes que ir “mar adentro”!, o ¡“más adentro”!… no tienes que mudarte, ya que se te abre “una puerta”… ¡que es la de tu alma y que se llama “confianza!… no preguntes más y ¡adéntrate!, no desconfíes… ¡no empañes la fe!… ¡arrójate!, ¡anímate!… simplemente eso…

… pequeño y buen amigo, pequeña y buena amiga, muchos son sobremanera inconformes… hubieran podido tener familia mejor y, tal vez, amigos ejemplares, como no son los que tienen ahora… otros lamentan la pérdida de oportunidades o equivocaciones del pasado, o temen otras en el futuro… ¡pues nada de eso!… las ilusiones no te entregan la verdad de las cosas… nada mejor que una vida que se desarrolla, con sus altas y sus bajas, en la presencia de Dios…

… ¿dudas de la Misericordia?… recupera el sentido profundo: la Misericordia es propia de Dios… medita en silencio y comienza a valorar tus horas en modo nuevo… ¡siempre hay “lo más alto”!, ¡“lo más allá”!… la sorpresa será mayor cuando sepas qué es “lo más simple”… has pretendido apurar los caminos y te has hallado con resultados muy inferiores a los que aguardabas… sin embargo ésta “espera”, éste aparente detenimiento, es una condición de tu adelantamiento… ¡Él está!…

… entonces, ¡vamos!… ¡arriba!… ¡allí donde te encuentras ponte de pie y respira hondo!… con la “pequeña oración” de la mañana, y de cada momento, escuchas la invitación a ir “mar adentro” y de “arrojar las redes” con confianza plena… experimentarás tu condición pecadora para dejarte amar en verdad… ¡no temas!… la pesca será abundosa según la sorpresiva medida de Dios y no según tus mezquinos cálculos… desayuna y matea con la Verdad del “pan del día”, (Lucas 5,1-11: “… navega mar adentro…”)