En la oscuridad de mis ojos

… en la oscuridad de mis ojos mis dedos leen una presencia, y en la negrura de mi noche negra, quieren sentir un gran amor bien cerca… no sé por qué no vi que me quedaba a ciegas entrando en esa nube en la que todo gris se espesa… no sé por qué volví detrás de cosas viejas, sabiendo que se ofrecen, de nuevo, como nuevas… no sé por qué me fui de aquella casa que es paterna, en la que el padre se ocupa de que siempre se haga fiesta… pero sé, y así pedí, qué necesito que un verdadero amor me viera… la “rosa sin porque” no es ciega, ve con el corazón la gratuidad que la sustenta… ¿eres ciego porque solo miras con tu inteligencia y experiencia?, ¿tienes la humildad de pedir a los otros que te ayuden a ver?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 10,46-52)…