… la mecánica del caminar, desplazarse de un espacio a otro, no es tan difícil… en cambio, la gramática del caminar – que es vivir encaminado – siempre tiene sus exigencias y dificultades… vivir de fe y con fe es “seguir a Jesús”, que encamina nuestras vidas con Su enseñanza y tras su Persona… Señor, prepárame para la prueba: abre bien mis ojos, pon mis pupilas alerta porque el día se hace noche y noche negra… arropa mi alegría, que es fría la tristeza... cobija mi esperanza, que el sinsentido celebra… dale fuerza a mis lágrimas para que rieguen aún tu siembra… y antes que se haya avinagrado el vino de mi mesa, premia el amor así aprendido que mejor lo añeja y lo deja ya probado, para servir, haciendo fiesta… la “rosa sin porqué”, porque vive enamorada, no antepone dificultades ni adversidades a la entrega de su belleza… ¿las dificultades y los obstáculos son excusas y peros en tu vida de fe?, ¿vives quejándote de las pruebas o disfrutas de tener tu vida encaminada?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 8,18-22)…