… la ley pesa para aquel que solo se ocupa de evitarla… el que flota en la orillas del rio siente el obstáculo de sus márgenes y quizá se golpee con las rocas o encalle… pero el que lo hace en el centro, ni se da cuenta de que los márgenes existen… el Evangelio no es un sistema de prohibiciones ni de negativas, es una fuerza vital, eclosión de energías, plenitud de desarrollo, camino de felicidad… es solamente dentro de las leyes como el hombre puede realmente hacerse hombre, pero no es cumpliendo solamente las leyes como se hace en efecto hombre… el rio no puede correr sin los márgenes estrechos de sus orillas, pero es en el centro de su cauce y no en las orillas donde se hacer realmente veloz… no basta para ser un buen chofer no pasar nunca la velocidad máxima, ni para ser buen médico no recetar venenos, ni para ser buen ciudadano no pisar el césped ni escupir en la vereda… tampoco basta para ser un buen cristiano no matar al prójimo, ni para ser un buen marido no ser adúltero, ni para ser hombre de palabra no jurar en falso, ni para ser católico ir a Misa… por eso, aunque el verdadero amigo y amiga de la rosa cumpla las leyes, los mandamientos, no basta para ser buen amigo y amiga de la rosa cumplir solamente estas leyes y estos mandamientos… la #rosainporqué es tan hermosa porque siempre pone un “extra”, un “de más”, en la gratuidad que la aurora… ¿te diste cuenta que la única diferencia entre una persona extraordinaria y una ordinaria es el “extra”?, ¿vives y haces todas las cosas a reglamento sin jamás exigirte “más”?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 5,17-37)…