Jesús entró en un pueblo

“Jesús entró en un pueblo,
y una mujer que se llamaba Marta
lo recibió en su casa” (San Lucas 10,38b)

Hospedar,
no aislar.
Hacerte de la casa,
abrirte la puerta
y compartir la mesa.

Hospedarte,
no eres un “otro”,
¡somos un “nosotros”!

Aislar,
no hospedar.
En una “isla” dejarte,
confinarte,
descartarte.

Aislarte,
dejarte solo,
dejarme solo.

Ocuparme
que te sientas cómodo,
que seas atendido.
No quejarme,
no incomodarte.

“Atención atenta”,
“atenta atención”:
arte de las manos
por lo que ve el corazón.

(… la #rosasinporqué hospeda con gratuidad a todos los que llegan hasta ella… con el Evangelio de hoy, San Lucas 12,38-42…)