Inquieto está mi corazón

… inquieto está mi corazón, Señor, hasta que descanse en el encuentro Contigo… ser prudente que espera preparado el Encuentro, o ser un insensato que ni espera ni se prepara porque vive ensimismado o distraído… “esperar preparado” los encuentros es darle a los vínculos prioridad y a los espacios de intimidad su lugar… en los encuentros madura la intimidad para acoger tu Cercanía y para confiarte la mía… si pretendo apresarte en el puño de mis vacíos, se desvanece tu Presencia… si busco disolver en Ti el riesgo de ser yo mismo, me devuelves a mi libertad… si te urjo claridades solo me ofreces tu Luz para buscar en mi sombra… mi adentrarme en Ti y tu adentrarte en mí, afina mi corazón para el compartir creador de intimidades humanas, sin apresar la belleza, sin fundir la originalidad, sin estrujar el Misterio… el “esperar preparado” el encuentro Contigo, Señor, me configura las entrañas para que todo encuentro sea latido de tu Cercanía y devoción de alteridades… inquieto está mi corazón, pero ¿seré prudente o insensato?… la #rosasinporqué vive en el barro y entre espinas, pero siempre espera preparada con los pétalos de la gratuidad… ¿eres prudente o eres insensato?, ¿llenas tu corazón de encuentros que preparen el Encuentro?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 25,1-13)…