¡Impaciencia!, nunca acabas de acabar

… ¡impaciencia!, nunca acabas de acabar… quisieras cumplir antes de comenzar… pero no es importante, tan grave, ¡en la gratuidad hallaras siempre las respuestas!… porque tu vida, para ser tal, has de asumirla como un “don” que recibes antes que una “construcción” que realizas o que te imponen… tu vida no tiene variaciones: tu vida es «acción de gracias”… pero aparecen los “ruidos”… así que, recuerda: lo que hace más ruido es lo menos real… las cosas mayores existen en la gratuidad silenciosa, donde se descubre el mejor sentido que poseen… lo que hace rumor y caos, lo que parece tener fuerza, es lo más engañoso y lo menos real… las «situaciones» que tanto dañan, que se tejen en el desorden y la huera ambición, no han de perturbar tus horas cuando no las atiendas de ningún modo… no son y nada más… ante el desorden, la perplejidad o el desconcierto de los “límites”, ¡apunta más alto, más hondo!… la #rosasinporqué siempre va más arriba y más hondo, siempre le es posible tocar los flecos del cielo desde donde sea… ¿logras controlar tus impaciencias ante las demoras, los errores, las limitaciones?, ¿apuntas por la gratuidad más hondo, o la mezquindad te deja en la superficie de las cosas y los acontecimientos?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 6,53-56)…