Hay algunos que rezan un montón, pero no tienen vida de oración

… hay algunos que rezan un montón, pero no tienen vida de oración… hay otros que no rezan nada, no les interesa ni saben lo que es… y los hay que sólo rezan cuando necesitan o les pasa algo, es decir que no rezan sino que comercian… orar no es mover los labios, sino el corazón… orar no es difícil, sino imposible para el hombre que nunca saca sus ojos de las puntas de sus pies… orar es disponer el corazón en suave abandono para que Otro gima desde la gratuidad… orar incesantemente es el respiro del corazón que vive en gratuidad… orar no es refugiarse en un nirvana para no padecer las inclemencias de la vida… orar no es anestesiar las preocupaciones, ni sedar las dificultades… ¿cómo empezar una vida de oración?… orar de verdad es siempre «más allá» o, tal vez, más aquí… fabricas demasiadas fórmulas y maneras, pero “eso” no es orar… el gran secreto es que has de trascender todas las oraciones y todo… vive del Espíritu y en el Espíritu… ¡asómbrate por fin!, el Espíritu está en ti… deja que el Espíritu mismo sea el orante, tu orante… la #rosasinporqué deja que la gratuidad respire en ella, desde sus raíces hasta sus pimpollos, por eso cuando se abre es tan hermosa… ¿mueves los labios o el corazón cuando oras?, ¿es tu oración un respiro incesante o es un modo de tranquilizar tu conciencia?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 18,1-8)…