¡Hagan esto en memoria Mía!

“¡Hagan esto en memoria Mía!”
Bendigan el pan, pártanlo y denlo.
Benedixit, fregit, deditque.
Compartan la vida,
el pan, el vino y la palabra.
¡Compártanse!
“¡Hagan esto en memoria Mía!”

… cuando el fracaso
parezca desmembrarlo todo,
cuando la semilla pase por la molienda,
y cuando la uva llegue al lagar…

… cuando el hastío
vaya plegando cada vida
aisladas sobre sí mismas,
pegadas las espaldas sin miradas…

… cuando el cansancio de los días
impida escuchar
el susurro de la ternura
y el pasar de la caricia…

… cuando la dicha
los encuentre
y quiera trancar las puertas
sobre ustedes mismos…

… “¡hagan esto en memoria Mía!”,
no se aíslen: ¡reúnanse y compartan!,
compartan el pan,
compartan el vino,
compartan la palabra,
compartan la vida,
¡dejen brotar la dicha!,
¡sean Eucaristía!
en un mañana escondido,
¡en esta Memora mía
inagotablemente viva!…

“Benedixit, fregit, deditque”
(“Lo bendijo, lo partió y lo dio…”)

(… la “rosa sin porqué” vive de la gratuidad encarnada que es la Santa Misa… día en que Jesucristo instituye el sacerdocio católico y la Eucaristía, sacramento del Amor de Dios…)