¿Qué ha pasado?

… ¿qué ha pasado?…
… en estos días,
¿qué aconteció,
que sigue pasando
hasta el fin de los tiempos?…

… de aquellos ramos de olivos
que saludan al que, humilde, llega
y alfombran su camino,
hasta el látigo que lacera
a los inocentes de la tierra…

… de aquel jueves inaudito
donde el cordero del sacrificio
es reemplazado para siempre
por un Dios que se inclina a lavar
los pies de sus amigos y discípulos…

… de aquel viernes bendito
en el que la cruz es abrazada,
deseada, besada y amada,
como tálamo nupcial
para desposar a la Amada…

… de aquel sábado sonoro
donde el silencio retumbó
en los corazones acallados,
sin saber, aún, que la Palabra
redimiría, recreando todas las cosas…

-“… ¡miróforas del primer Día!,
que iban con perfumes
buscando un muerto,
¿qué vieron?,
¿qué escucharon?
¿por qué salieron corriendo?…”…

-“… nuestros ojos vieron-
la tumba vacía y el sudario,
escuchamos lo ya anunciado:
¡que al tercer día resucitaría!,
y regresamos con gozo a contarlo…”…

Deseo, y rezo por esto, ¡que estés estrenando la Pascua en tu vida!

(… la “rosa sin porqué” se dejó lavar los pies, contempló al que traspasaron, vio la tumba vacía y el sudario, recordó lo que le fue anunciado, y corre a los hermanos a anunciarlo: ¡está vivo!, ¡ha resucitado!… con los Evangelios de todos estos días…)