Hablar comporta agradecer, elevar el espíritu, vivir la esperanza

… hablar comporta agradecer, elevar el espíritu, vivir la esperanza… el discurso secreto de cada uno es ahora sumergirse en el mar sin límites de la aceptación gozosa… deja pues crecer en tu alma la fuerza, la gracia, que no imaginas… no se trata de decir cosas ni de copiar a nadie… sumérgete, pues, en el silencio inabarcable que te levanta «por encima de toda criatura»… los que ambicionan mandar, o cualquier cosa, quedan sí más allá: es decir, debajo o más abajo… siempre fracasados y derrotados en cualquier intento de salir o de «figurar»… cuando las horas se velan también el ánimo se esconde, invitándote a descubrir aquél tesoro en el campo lejano… tesoro que no tiene lugar propio, tesoro en la Noche inaudita en que nace un niño, y ¡qué Niño!… un ligero soplo de aire puro agita un tanto las flores siempre nuevas de tu jardín… pronuncia palabras que den vida, no más… la #rosasinporqué sólo habla para agradecer, sus palabras son fragancia de gestos agradecidos… ¿cuál es la esencia, el contenido, de tus palabras y gestos?, ¿histeriqueas y perturbas a todos cuando hablas o dejas un manto de paz y serenidad?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 1,57-66)…