… es grande la tentación de fijarse en los lados y tornarse curiosamente hacia los sonidos y colores que bordean el camino… y es grande, también, la fuerza que a veces tienen esas figuras indeseables que atraen y pretenden tu atención… el amigo y la amiga de la rosa ha de optar decididamente por el «azul del cielo», más allá de los reclamos y de las modas… lo que es, «es»… y lo que no es, «no es»… es hora de agradecer todo, más allá, que es, siempre, «más aquí»… poco importan los dolores, los dolores de cabeza y las molestias, cuando la «gratitud» te abre una perspectiva nueva… es la hora y la hora de la paz aunque parezca que hay guerra… ¿es «real» la guerra?… en gran parte depende de ti si sabes encontrar el silencio escondido tras rumores y otras cosas… porque así como el cielo despejado está sobre las nubes, así el silencio y el secreto están presentes en tu corazón, en el reino del espíritu, en la realidad profunda… es una respiración nueva… y esta respiración es el ámbito adecuado de tu vida que, incesantemente, recibes de Dios… no te descorazones… la #rosasinporqué vive ésta hora como su hora, porque no se muda de la gratuidad que la sustenta… ¿vives cada momento como tu hora o anhelas no sé qué hora?, ¿dilatas la totalidad e intensidad de tu entrega esperando el momento ideal que nunca llega?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 5,17-30)…