¿Felices?

… ¿felices?,
¿quiénes?, ¿por qué?,
¿dónde?, ¿cuándo?…

… felices
los que tienen alma, corazón y vida de pobres,
porque reconocen y disfrutan su contingencia…

… felices
los afligidos que no disimulan sus lágrimas,
porque serán consolados y no apañados…

… felices
los pacientes que dominan sus ansiedades,
porque saben vivir de las promesas y soportan la espera…

… felices
los que tienen hambre y sed de justicia,
porque son saciados de bien y de verdad…

… felices
los misericordiosos en gestos y palabras,
porque la Misericordia les atravesó el corazón…

… felices
los que tienen la mirada y el corazón puro,
porque verán a Dios a Quien descubrieron en el prójimo…

… felices
los que trabajan por la paz,
porque sus acciones son las de los hijos de Dios…

… felices
los que son perseguidos por practicar la justicia,
porque ajustan sus vidas a las exigencias del Reino de los Cielos…

… felices todos ustedes
amigos de la “rosa sin por qué”,
porque son incomprendidos por vivir la gratuidad…

… entonces,
¡alégrense y regocíjense
porque están y estarán Conmigo!…

(… la “rosa sin por qué” encontró en las Bienaventuranzas el camino para vivir la gratuidad… con el Evangelio de hoy, San Mateo 4,25 – 5,12…)