…¿”extrañas” o te has estancado “soldándote» en un lugar que no olvidas y no quieres dejar?… ¡qué hermosos son esos «rincones», esos «caminos» o sendas, que se abren en paisajes o ciudades, cuya aparente lejanía no puedes aceptar!… pero has olvidado una noticia que es fundamental y esencial… eso que tanto aprecias y que ubicas a tu alrededor no está en realidad fuera de ti, en los caminos que recorres, sino que se halla en tu interior… aquello que tanto quieres no es un conjunto de cosas o lugares, «aquello» está en ti… ciertamente no te gustara ni llamara tu atención si no estuviera en tu interior… llevas tu tesoro escondido y los paisajes nada dicen si no son los paisajes del alma… ¿por qué te conmueven esas montañas y la infinitud del mar?… porque están, antes que nada, en ti, y reconoces sin darte cuenta lo que en realidad llevas en tu corazón… ¿por qué deseas curarte?, porque la salud te habita… ¿por qué anhelas salvarte?, porque la salvación te es propia… el amigo y la amiga de la rosa no viaja por esas sendas que cree descubrir, su viaje verdadero es interior… es un misterio, pero la verdad es que lo mayor, lo más grande, está en ti… la #rosasinporqué quiere darse sin medida y compartir su belleza porque la gratuidad la habita… ¿qué quieres en lo más profundo de tu corazón?, ¿pides lo que quieres o lo que te gusta o lo que necesitas?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 8,1-4)…