Existen rostros que poseen una luz

… existen rostros que poseen una luz que no encandila sino que te iluminan el día… son las miradas que no te fiscalizan, son las sonrisas sinceras que expresan serena alegría por estar en tu compañía… y existen rostros insípidos, incoloros e inodoros, que enlutan, oscurecen, agrían… no es cuestión de maquillaje, caretas o mascarillas… es que encendidos por dentro, iluminamos, y apagados, oscurecemos… existen rostros que contagian vida, y existen rostros que siembran muerte… “¡muéstranos, Señor, la luz de tu rostro!”, suplicaba el salmista (Ps 4)… en medio de tanta angustia y desolación, Señor, te pido que me enciendas por dentro para poder iluminar a mis hermanos con la luz de tu Presencia… enciéndeme con tu Amor que abrasa pero no quema, que libera pero obliga, que vivifica pero desvela… encerrados como estamos, nos asfixiamos, nos deprimimos, nos volvemos caníbales en la baldosa que habitamos… encierros sin candados ni rejas, sino con lápidas de autosuficiencia… no es encierro exterior, meramente físico, sino interior, del corazón… “y les abrió la inteligencia para que pudieran comprender”… encendidos, iluminamos… apagados, oscurecemos… la #rosasinporqué ilumina cada jornada con la gratuidad de su presencia… ¿iluminas o oscureces?, ¿vives iluminado por dentro?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 24,35-48)…