Existe “el Camino, la Verdad y la Vida”

… existe “el Camino, la Verdad y la Vida”… porque fue trazado, fue revelada y fue compartida… se trata, Señor, de aceptarte, de acogerte, de dejarse habitar por tu Amor sin medida… tu desmesura descoloca mis regateos, mi mezquindad… una impresión, alguna vez… una imagen… una melodía tal vez… se manifiesta el mundo sublime escondido, numinoso, que es el pórtico del templo donde quieres habitar conmigo… secreto que no puede describirse y sólo experimentarse en abandono y confianza… muchas veces quisiera más, sí, más evidencia al menos… pero la abundancia es más que silenciosa y el corazón gusta de todo ello más allá de las expresiones limitadas… si me atrevo a aceptar el «paraíso», libremente, aquí y ahora, más allá de lugares comunes o seguridades deterioradas, recibiré mi bien y lo hallaré en una intimidad más real y profunda… abro mis ojos maravillados, a pesar de cualquier desolación o desengaño… ¡Señor!, ¿has venido a mi pobre casa para visitar y habitar mi pobreza, para levantar para Ti un silencio nuevo?… has venido a mí, Señor, con el perfume de una flor… la #rosasinporqué es habitada gratuitamente por el Amor, y a todos regala su perfume de alegría y gratuidad… ¿quién te habita¡?, ¿acepta el Camino, la Verdad y la Vida?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 14,6-14)…