Estás donde amas o no estás en ninguna parte

… “caminante peregrino”, la pregunta acerca del lugar donde efectivamente te encuentras puede reiterarse hasta el infinito… es que no aceptas circunscripciones cerradas o encierros vanos… ¡es que tu “corazón” tiene un domicilio más alto!, no determinable ni limitado por las fronteras aparentemente inmediatas… tu camino continúa abriéndose, ¡y pasa por parajes insospechados!… que te dicen algo muy distinto y lejano de las “fatigas” cotidianas de éste mundo…

… pequeño y buen amigo, pequeña y buena amiga, ¿dónde estás?… pues, ¡donde quieres estar!… es decir, donde tienes conciencia de hallarte según tu deseo profundo, según tus propósitos… por más que “estructuras” e “imposiciones” o el correr de los tiempos, presionen en un sentido o en otro, ¡sigues allí mismo!… donde estuviste una vez, donde se guarda tu secreto… en esa “ermita escondida”, ¡ambulante!, que no conoce confines… en efecto, puedes ir a todas partes y no estar en ninguna… y puedes dejar todo lugar y toda parte, si así lo quieres…

… ¡adelante, pues, que los parajes a disposición son infinitos!… “estar” es un secreto… ¿hasta dónde puede llevarte la “aspiración” de tu corazón?… ¿hasta dónde eres, de hecho, llevado en vuelo insospechado?… ¿llevado?, pero, de nuevo, ¿quién eres?… ¿estás siempre donde eres?… advierte enseguida y presto, que la realidad no depende de ningún “reglamento”, ni ley, ni antojo… el don de Dios es exquisito y delicadamente gratuito… ¡estás donde amas o no estás en ninguna parte!…

… entonces, ¡vamos!… ¡arriba!… ¡allí donde te encuentras ponte de pie y respira hondo!… con la “pequeña oración” de la mañana, y de cada momento, no existe “sábado” que te impida hacer el bien a tus hermanos… no limites tu ayuda a las circunstancias aparentemente insalvables de las aguas que anegan e inundan… ¿alguien necesita algo?… ¡extiéndele la mano de tu corazón orante y caminante!… desayuna y matea con la Verdad del “pan del día”, (Lucas 14,1-6: “… Jesús tomó de la mano al enfermo… ”)…