¡Esos ojos!

…¡esos ojos!… ¿cómo hay quien pierda el tiempo en caminos y estructuras banales, de por aquí y de por ahí, cuando llevamos esos ojos en las entrañas?… ahondar en la gratuidad, y llegar al «jardín interior»… ¿te quedas aún con las migajas?… si te quedas, si no quieres ese horizonte sin confines, no impidas ni detengas el camino de «otros»… ¡deja, no impidas la música!, con simplicidad repite con tu corazón la respuesta a la constante invitación a la gratuidad… esos ojos que te miraron y te siguen mirando te iluminan a cada instante y obran para encender tu acción de gracias… nada queda oculto, nada escondido… apenas abras los ojos, apenas susurres no sé qué balbuceo, todo se iluminará en tu interior y a tu alrededor… como el decir de un niño, del más pequeño, con la sonrisa, aún con el llanto si así se diese… déjate hallar por la gratuidad y ábrele todas las puertas… ¡tan importante es tu «intención»!… la respuesta a todo es «querer limpiamente con toda el alma», es volver y volver, despertar una y otra vez, darte sin más de más… la #rosasinporqué no oculta ni se guarda nada, desde la gratuidad se da sin más de más… ¿ocultas o escondes cosas?, ¿te entregas de corazón en cada cosa que emprendes?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 8,16-18)…