En el horizonte ves lo que no distingues cerca de ti todos los días

… en el horizonte ves lo que no distingues cerca de ti todos los días… allá lejos no sabes qué nuevas luces se suceden, para pintar un paisaje no descubierto… más cerca o más lejos, con alegría y dicha encendidas, los caminos se abren donde no sospechas… la gratuidad te es dada como fuego y paz, encendiendo más arriba tu ánimo y tu corazón… ¡cuántas lágrimas, ayer, aguardando lo que no siempre llega, esperando sin espera, encendiendo una hoguera sin fuego!… no te des por vencido, ¡sigue en pie, amigo y amiga de la rosa, aunque parezca lejos!… ¡no sabes que estás tan cerca!, ¡no imaginas las sorpresas que sólo la gratuidad con su presencia gesta!… prolongar estos tiempos de vocaciones múltiples sólo sirve para retrasar lo inevitable e impedirte vivir a fondo las verdaderas opciones… no se puede servir a dos señores, menos a mil… no optar, querer mantener todas las puertas abiertas, significa no profundizar en ninguna… siempre habrá una excusa, santa y convincente, para no comprometerte del todo, para no asumir las consecuencias de tus compromisos… elegir, optar, no es sencillo… pero o te anticipas, o te llevan… o tomas tú las decisiones, y asumes las consecuencias, o te dejas llevar por las situaciones… la #rosasinporqué opta por la gratuidad, por eso vive encendida con el fuego de la paz y la ternura, y la violencia y el maltrato le hacen la guerra… ¿optas por la paz y la ternura y aceptas la consecuencia de ser proscripto por los violentos y los desconsiderados?, ¿te dejas quemar por la gratuidad?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 12,49-53)…