¿Dónde encontrarte, Belleza?,
¿dónde contemplarte
sin añadidos que oculten
tu hermosura encantadora?
¿Podrán mis ojos mirar
sin herirse ni cegarse?,
¿podré resistir verte
un instante o una hora?
¿Es una quimera
o de veras existes?,
¿son sueños delirantes
de una existencia pura?
Francesco,
tú que La encontraste,
y todo lo dejaste,
para desposarte con Ella,
dime dónde hallarla,
llévame a Su casa,
que no me distraiga,
ni mis fuerzas decaigan.
-“La encontré en la Cruz,
pobre y desnuda,
Belleza incomparable
del Amor que llaga”.
–“Al conocerla,
nada más quise saber,
todo lo comprendí,
y en la alegría me establecí”.
(… por las dudas:
la “pobreza”
no es pauperismo
ni pobrismo…
es la condición natural
del hombre sobre la tierra…
… llegar a ser “pobre”
no es empobrecerse,
sino enriquecerse
donándose
hasta quedar
sin nada
para alcanzar
la estética ética…
… sin esa vanidad
del maquillaje,
ni la ostentación
de las añadiduras,
que destiñen la Belleza,
dejando al hombre
“fiero” y “feo”
por lo que se adueña,
posee y aferra…)
(… la “rosa sin porqué” aprendió de Francesco la estética ética y la vive en su cruz con gratuidad…)