Dar, dar de lo recibido

… dar, dar de lo recibido, devolver, restituir, dar… darse, dar de lo propio, compartir, ayudar, darse… ¿qué tengo, Señor, que no haya recibido?… sin embargo lo recibido se asimila, se hace uno en uno, y es uno… por eso siempre que doy “me doy” sino no doy nada… ¿dar al Cesar lo que es del Cesar?… por supuesto, y a Fulano, y a Mengano… y a las flores y a los pájaros, y a la sierra y a la montaña, y a los arroyos y a los mares… a cada uno lo que le corresponde, y más… que no es la cantidad, siempre escasa, lo que compensa sino la calidad lo que desproporciona… ¿dar a Dios lo que es de Dios?… desde ya, pero es imposible… como es imposible dar a los padres, a los amigos, a la Patria, lo que nos dieron… al existir una deuda imposible de saldar, y no la “deuda externa”, nace la “pietas”, al decir de los antiguos, que no es sumisión ni humillación, sino grandeza delicada no aparatosa que se expresa en una vida leal y agradecida… el don que no se vive con responsabilidad, se adultera y corrompe… la “rosa sin porqué” reconoce las deudas impagables con la vida, por eso es fielmente agradecida… ¿eres “piadoso” con Dios, con tus padres y con la Patria?, ¿te acaparas de lo que recibes y reclamas derechos de autor?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 12,13-17)…