Cuántas energías buscando el aplauso que al terminar te deja vacío, años de esfuerzo para lograr títulos que no cambian nada lo que eres

… cuántas energías buscando el aplauso que al terminar te deja vacío, años de esfuerzo para lograr títulos que no cambian nada lo que eres… desvelos para preparar un proyecto, pasa el proyecto, y siguen los desvelos… cuánto trabajo modelando una imagen que no es más que fachada… nada, al final todo queda en nada… y en tu interior crece el vacío, te cargas de mal humor, te vuelves insoportable… ¿tendrá que derrumbarse todo hasta que solo queden escombros?… ¿vuelves a ser aquel niño indefenso que no puede hacer nada, sólo llorar y dejarse abrazar?… ¿tienes papá?, ¿has tenido papá?… pide entonces que baje ahora esa gratuidad a tu noche, con la piedad del beso con que posa en la hoja la gota de rocío, y que limpie el espejo con que copias este mundo de tristeza de niños sin niñez y ancianos sin arropo… todo está muy triste, es que las flores huyen de los jardines y los pájaros mueren sin ramas protectoras… amigo, amiga, desanda el camino por el que huyes que, perdido como andas, sin norte, escarbas asfaltos en busca de esperanza… vuelve a casa, aleja la tristeza, déjate encender las ganas, déjate entibiar el corazón con ascuas de palabras que te mimen… la #rosasinporqué supera las tristezas volviendo a vivir la gratuidad que la abraza, la mima y la besa… ¿dejas que la tristeza gane la batalla cuando te sientes solo o abandonado?, ¿has experimentado el abrazo de un papá que aleja todo peligro, preocupación o tristeza?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 16,16-20)…