Cuando la vida llegaba muerta

.. cuando la vida llegaba muerta hasta la muerte, y la palabra enmudecía en un silencio fuerte… cuando todo decía que terminaba allí su suerte, y no quedaba sino llorar cual lluvia tenue, la Palabra gritó que estaba Viva y para siempre… que ofrecía sus heridas para verse, e invitaba en su costado a allí meterse diciendo tan solo: “¡sé creyente!”… fue entonces que pedí para mi muerte que la última palabra que dijera fuese: “sostenme” en el amor que abrió sus brazos por tenerme… la “rosa sin porqué” no vive de fantasías sino de gratuidad, por eso se mantiene viva siempre… ¿tu vínculo con Dios es una realidad viva o es una relación carente de vida?, ¿vives con los demás como un viviente en Dios o sólo usas un disfraz religioso?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 12,18-27)…