Cuando el desamor hiere de muerte y la injusticia desborda, cuando el mal y la perversión parecen haber tomado el control y el poder, con toda impunidad

… cuando el desamor hiere de muerte y la injusticia desborda, cuando el mal y la perversión parecen haber tomado el control y el poder, con toda impunidad… cuando la crueldad hace añicos la esperanza, cuando hasta las entrañas duelen… cuando la paz te es arrebatada y sientes que no te queda derecho a la alegría, cuando el desgarro no deja sitio para el amor… en plena desolación, deja a la gratuidad actuar… no levantes muros de rabia que te aíslen, no respondas con un odio que te seque el corazón… que la maldad no te vende los ojos ni plante en ti la semilla de la mezquindad, que la reacción desde la desazón es instintiva y legítima, pero derriba más que construye… aunque no tengas respuesta, aunque nada calme tu dolor… que no te venzan, que aún tienes camino por recorrer… que no apaguen también tu luz, que no impidan los latidos de tu corazón enamorado… deja que la reconciliación germine, se instrumento de paz, cimiento de puente… que de estas muertes venga tu resurrección… la #rosasinporqué desde su ser barro y ceniza hace, por la gratuidad, de la vida gratitud y bienaventuranza… ¿cómo vives las contrariedades e incluso las desconsideraciones?, ¿eres capaz de convertir cada situación, por adversa que te sea, en oportunidad de acción de gracias?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 15,18-21)…