En el corazón, en lo profundo

…. en el corazón, en lo profundo, ¡hallas esos parajes siempre desconocidos y nuevos, siempre más luminosos y escondidos!… es en las horas de silencio, de paz, a pesar de pruebas y dolores… no, ¡no todo acaba!… por el contrario, la adversidad es siempre ocasión y aurora… a pesar de las tormentas, a pesar de los sinsabores… sigues de camino, si estás encaminado, en un “claustro” que se abre en el cielo… la alegría late en el centro, cuando no te quedas fijo en los lados opuestos, cuando tienes el coraje de discernir… quizá la respuesta parezca osada… ¡bravo: ya es hora de respuestas atrevidas, de aquellas que brotan de la oración!… no hay tormentas que te detengan, has hallado el silencio del corazón… no desesperes que amanece, siempre amanece… endereza tus pasos, ordena tu corazón, levanta la mirada, eleva el corazón… ni esclavo ni esclavista… la “rosa sin porqué”, agradecida, vuelve a empezar cada día… ¿sabías que el desánimo es típico de los orgullosos que confían sólo en sus fuerzas y capacidades?, ¿dejas que el silencio venga a tu encuentro, él que sabe decirlo todo?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 10,13-16)…