… el camino de la gratuidad no sabe de agitaciones vanas… porque el corazón agradecido tiene ya su morada y ésta no se perderá jamás… ¿por qué temer?… es verdad que ciertas conductas, a la moda de hoy o a la de siempre, conmueven y parecen impedir o perjudicar tu andar agradecido… son los gritos y las amenazas, pero esto es lo propio de los muy débiles… en efecto, el más débil amenaza porque más no puede… supera las instancias falsas de las muchas cosas que oyes, de todo cuanto te grita, de todo el aparato que precisa la mentira para alcanzar sus objetivos y desarticulaciones… vuélvete incesantemente a la acción de gracias, a la voz auténtica que te llama, sabiendo que siempre estás donde deseas estar, aunque el mundo exterior te quiera convencer de otra cosa… no es lo inmediato lo que ha de reclamar tu atención, tú sigue la Voz que te llama, ¡no te distraigas!… la mezquindad te invita siempre a menos, la gratuidad siempre te llama a más… la #rosasinporqué escucha la voz de la gratuidad y la sigue alegremente durante todo el día todos los días… ¿qué voz es la escuchas y sigues?, ¿reconoces que son los enfermos de mezquindad los que necesitan ser sanados por la gratuidad?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 9,9-13)…