¿Caminar en la Noche?

… ¿caminar en la Noche?,
quizá… o andar en soledad,
aun en medio de multitudes…

… me pregunto
por el eco de mis pasos,
por esto o por aquello
que pretendí llevar a cabo
o que, simplemente,
no he logrado nunca…

… una y otra vez la misma pregunta,
una y otra vez reaparece esa “desolación”
que me parece una derrota, un fracaso…

… observo alrededor mío
y no acierto
con lo que verdaderamente ocurre…

… los Santos Inocentes
me regalan una luz
no sospechada,
inesperada…

… la muerte padecida
los asimila a los mártires…

… pero ellos no supieron,
no pudieron entender,
como tantos millones de víctimas inocentes,
no tuvieron “argumento”,
ni razón alguna que esgrimir,
no supieron,
no alcanzaron a adivinar siquiera…

… la fecundidad inimaginable
de quienes “no-saben”,
de quienes carecen de un “por-qué”,
su silencio,
me anime a seguir,
sabiendo que no sé,
y confiando cada vez más
en la única fecundidad de Dios…

“… al verse engañado por los magos,
Herodes se enfureció y mandó matar,
en Belén y sus alrededores,
a todos los niños menores de dos años…”
(Mateo 2,16ab)

(… la “rosa sin por qué” confía plenamente en la fecundidad de la gratuidad que encierra un misterio de “no saber el por qué”… con el Evangelio de hoy, San Mateo 2,13-18…)