Con armonías inimaginables la gratuidad resuena en modo único en tu corazón

… con armonías inimaginables la gratuidad resuena en modo único en tu corazón… ¿por qué tuvo que ser en la noche?… ¿en la noche oscura?, ¿en la noche y en el silencio?… ¡noche de paz!, ¡noche buena!… inmensa delicadeza, dulzura infinita de lo “inabarcable”… no lo puedes expresar, si no es con la ayuda de los pequeños y los humildes… no lo puedes cantar, si no es con la ayuda de los ángeles… escóndete en el perfume de aquellas flores al borde del camino, donde se anuncia el jardín… el jardín que es templo, el jardín de tu corazón… el jardín, que eres tú, donde se levanta la acción de gracias… es todo tan sencillo, tan simple, tan inmediato… no dudes un instante cuando veas a la Madre con un Niño en sus brazos… no repitas ni cantes, ¡escucha!… aprende a escuchar y a ver… la #rosasinporqué se deshoja para hacer con sus pétalos los pañales a la gratuidad que nació en la noche más buena de la historia… ¿cómo pasaste la Nochebuena?, ¿pudiste hacer feliz a alguien?… (con los Evangelios de hoy, San Mateo, 1,1-25; San Lucas 2,1-14; San Lucas 2,15-20 y San Juan 1,1-18)…