… aquí y ahora, perdona… y nada más… ¿qué esperas?… ¿qué no es justo?… ¿y quién dijo que el perdón brota de la justicia?… no, no, nunca es justo perdonar… es amoroso, que es distinto… si el perdón no se gesta en el corazón, no es perdón auténtico… nunca el perdón se encontrará en los tratados del derecho… ¿porqué colecciones rencores y resentimientos?… ¡hay tanta luz y tan alta es la melodía cuando perdonas, que no caben descripciones de ningún tipo!… la gratuidad no tiene tiempo, y es siempre ahora y ¡ya!… ¿pretendías escapar de aquél daño, de aquella injusticia, de aquel desprecio?… ¿por qué huyes adonde no sabes y aceptas refugios de ficción?… no tienes más jardín que tu corazón, que es el templo inmenso del amor gratuito, abierto siempre al perdón sin descanso… no te interpretes reduciéndote a lo que no eres ni serás, ¡perdona y nacerás otra vez!… la #rosasinporqué está gratuitamente en el amor y cuando la hieren u ofenden acude siempre adonde está, por eso perdona sin más… ¿no puedes o no quieres perdonar?, ¿probaste perdonar siempre?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 18,21-35)…