Apenas cinco galletas

… apenas cinco galletas y dos mojarritas,
en la cesta de mis manos niñas…

… y al ver a tantos hermanos y hermanas,
desconsolados e inconsolados,
cansados y hambrientos,
ensoledados y abandonados,
pero escuchándote a Ti, Maestro de la vida,
¿qué puedo hacer?…

-“¡Dales de comer tú mismo!”

-“Yo, ¿darles de comer?”

-“Si, ¡así como hago Yo!”

(… Tu alimentas con tu Vida,
con tu Presencia que acompaña,
con tu Escucha que da confianza,
con tu Atención que consuela,
con tu Palabra que ilumina,
con tu Silencio que enseña,
con tu Espíritu que inflama,
con tu Paciencia que templa,
con tu Entrega que eucaristiza,
con tu Corazón que ama…)

-“… entonces, ¿no son
mis cinco galletas y dos mojarritas
las que hacen falta?…”

-“¡Claro que sí!…
… lo tuyo es insuficiente,
pero siempre necesario…
… la escasez no es el problema,
¡sino las manos cerradas!…
… no es la abundancia de recursos
lo que llena el alma…
… sino la abundancia
en la entrega de la propia vida
y el compartir las pobrezas lo que sacia…
…mira: para ti lo que sobra es basura,
y para Mi son doce canastas
con la Vida multiplicada…

-“Señor,
¡enséñame a desmultiplicarme
para que Tú multipliques tu Presencia
en mis galletas y mojarras!”

“… Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados
y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición,
los partió y los fue entregando a sus discípulos
para que se los sirviera a la multitud…”
(Lucas 9,16)

(… la “rosa sin porque” se multiplica saciando siempre el hambre de gratuidad… con el Evangelio de ayer, San Lucas 9,11b-17…)