… ¿qué es la Fe?…
… ¿acaso es un cúmulo de certezas sin corazón?…
… ¿acaso es aceptar a ciegas sin cuestionar?…
… ¿acaso es un autoengaño para sobrevivir?…
“… ‘hemos creído en el amor de Dios’:
así puede expresar el cristiano
la opción fundamental de su vida…
… no se comienza a ser cristiano
por una decisión ética o una gran idea,
sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona,
que da un nuevo horizonte a la vida
y, con ello, una orientación decisiva…” (Benedicto XVI, “Dios es amor”)
… ¿creer en el amor de Dios o en Dios?…
… ¿opción fundamental?…
… ¿acaso tengo que elegir?…
… ¿un encuentro?…
… ¿una orientación decisiva que encamina mi vida?…
… ¿cómo seguir a un Dios invisible?…
… ¿cómo seguir a un Dios sin nombre?…
… ¿cómo seguir a un Dios infinito?…
… ¿cómo seguir a un Dios altísimo?…
“… el Verbo se hizo carne
y habitó entre nosotros…” (Juan 1,14ab)
… todo está delante de los ojos,
al alcance de una mirada…
… en la realidad pequeña
late el mismo misterio…
… no hay que taladrar la superficie,
no hay que golpear la fruta,
no hay que retorcer el cerebro…
… sólo hay que abrir el corazón…
… sumergidos en el afán diario,
sólo hay que esperar
con el alba presentida
un segundo, un día, cien años…
-“Señor, andas buscando ojos puros,
despiertos, sosegados, de cuna,
para regalarnos el encuentro
en la alegría de tu parto…”
-“Ahora, sí, ¡sígueme!,
y no te preocupes adónde y cómo,
porque lo que importa es
que ¡nos encontramos…”
(… la “rosa sin porqué” vive el encuentro con la gratuidad como el origen y la meta de todas sus decisiones… con el Evangelio de ayer, San Lucas 9,51-62…)