Amor que se regala

… Amor que se regala,
y me regala Vida eterna,
Presencia que acompaña,
recrea y enamora…

… ¿quién podrá apartarme
de la Vida verdadera?…

… ¿será mi ambigüedad
que quiere gobernarme
desde las hambres oscuras
de mi yo clandestino?…

… ¿quién podrá apartarme
de la Vida verdadera?…

… ¿será mi quebranto
que rompe de repente
mi salud y mi proyecto
contagiando incertidumbre?…

… ¿quién podrá apartarme
de la Vida verdadera?…

… ¿será la seducción
que brilla como ángel
en el olimpo estelar
de los famosos?…

… ¿quién podrá apartarme
de la Vida verdadera?…

… ¿será el rumor
que sentencia y descalifica
la audacia del amor
liberado de las modas?…

… ¿quién podrá apartarme
de la Vida verdadera?…

… ¿será el poder
que no ha previsto en sus leyes
la novedad eucarística de Dios
que sorprende los programas?…

… ¡nada ni nadie me apartará
del Amor que se regala,
y me regala Vida eterna,
Presencia que acompaña,
recrea y enamora!…

“… ‘mi carne es la verdadera comida
y mi sangre, la verdadera bebida’…”
(Juan 6,55)

(… la “rosa sin por qué” contagia el gozo de la presencia de la gratuidad en todas las cosas… con el Evangelio de ayer, San Juan 6,51-58…)