Amigo y amiga de la rosa, ten siempre el coraje de tu secreto y de tu libertad

… amigo y amiga de la rosa, ten siempre el coraje de tu secreto y de tu libertad… recuerda siempre, no lo olvides, sólo posees en verdad lo que en verdad amas… quizá creas guardar muy bien alguna cosa, tal vez te empecines en tener sensaciones de dominio en lo que sea… pero todo eso es extraño, lejano y sin sentido para ti… sólo es tuyo, en una posesión abierta, pura y desinteresada, aquello que en verdad amas… por esa razón no irás nunca a ninguna ciénaga, porque nadie podrá apartarte de lo que amas… ten bien presente esto y no te mientas ni te engañes jamás: más estás donde amas, más está allí el alma, que donde te parece o donde simplemente te impresiona… en suma, aunque estés al lado, puedes hallarte muy lejos, a veces con una distancia infinita… por tales razones no puedes ser esclavizado por su entorno o por el ambiente en el cual vives… no es el camino el que hace al peregrino sino éste quien crea y traza a aquél con su andar… es así que estás cerca y acabas por convertirte en aquello que amas y quieres… aquello que amas: ¡no dejes de amarlo ni lo abandones!… tu constancia y tu perseverancia darán los mejores frutos… sigue, sigue siempre… la “rosa sin porqué” es constante y perseverante en ofrecer la belleza de la gratuidad cada mañana… ¿estás más donde amas que donde ahora te encuentras?, ¿eres inconstante y flojo demostrando tu poca voluntad en amar hasta el fin?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 17,26-37)…