… amigo y amiga de la rosa, no son las palabras solamente, ni el lenguaje, lo que puedes emplear como «carta de presentación» en cualquier encuentro… ¡hay mucho más!… para el bien de la paz es imprescindible el “respeto” que es otro nombre de la caridad… y esto se expresa en un «gesto», que se hace hábito y nace de lo profundo, y que yo llamaría «señorío» o «caballerosidad»… se trata de una delicadeza, propia de los espíritus superiores, que imita, con coraje y valentía, la ternura del Amor de Dios… y que, desde luego, de Él procede… jamás un corazón noble, despojado de soberbia y necedad, puede agredir a otro… ¡tenlo muy en cuenta!… el bien se alcanza con perseverancia y, sobre todo, con magnanimidad… así la pobreza es riqueza, la obediencia libertad y la castidad fecundidad… sólo debes presentarte a ti mismo como ofrenda humilde a Dios y a tus hermanos… la #rosasinporqué se presenta cada mañana como ofrenda a la gratuidad, por eso es tan bella… ¿cómo te presentas ante los demás, engreído y despectivo o humilde y disponible?, ¿eres respetuoso o intolerante ante las diferencias y distintos?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 2,22-40)…