Amigo y amiga de la rosa, lo que buscas tan lejos está demasiado cerca

… amigo y amiga de la rosa, lo que buscas tan lejos está demasiado cerca…. ¡demasiado cerca quiere decir: en ti!… el silencio del jardín deseado, de ese jardín interior, que no abandonas, abre el paso una y otra vez… no te parece que sea así, pero la realidad es tal y aunque no haya ninguna «noticia» de los sentidos, aunque te mortifiquen los cercanos o los lejanos, el misterio se abre inmenso sin definiciones ni límites… en el silencio que supera el ruido, o la dificultad que fuere, encuentras lo que tanto deseas sin atreverte a adivinar… ¿es necesario «hacer» algo?… ¡no!… es urgente abandonar y “dejar” todo lo que no cuenta, es hora de no dejarte detener ni encerrar por las «pequeñeces» vanas y ascender por la escala más empinada… la que no atiende los gritos o las luces falsas que sólo son ocaso y muerte… y no hay «reglas» para esto… la vida no precisa de introducciones ni de declaraciones de ninguna especie… la vida es vida y la recibes a cada instante… en silencio, pues, en lo íntimo, en lo secreto, ¡deja lo dejado!… que no importa que nadie lo sepa y menos que lo aplauda… en silencio y soledad, en paz fecunda, sin temor… que sólo dejando lo dejado llega tu corazón a amar sin esa posesión que mata… la #rosasinporqué florece en el jardín de la gratuidad sin ninguna posesión que la posea… ¿amas poseyendo, esclavizando y ahogando a quienes dices que amas tanto?, ¿has dejado lo dejado o sigues asido, atado, a lo que ya dejaste?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 10,28-31)…