Amigo y amiga de la rosa, ¿y si descubres lo inesperado?

… amigo y amiga de la rosa, ¿y si descubres lo inesperado?… si, por fin, llegas a dar en el fuego, en el viento, en el mar, en todos los cielos, con la respuesta que sueñas… ay, ¡si te dejarás sorprender!… si intuyes hoy más allá, entonces, ¡calla y recibe, déjate regalar!… quédate morando en el secreto, que no te da Dios las maravillas de su Presencia para que publiques nada, sino para que guardes en Su Corazón, que es tuyo, el Misterio de la intimidad… no pretendas explicar, ni siquiera te expliques, no hagas comentarios… simplemente deja que la música suene, que la melodía ascienda según su siempre nueva armonía… nada es tan grande y tan expansivo en esferas sublimes como la gratuidad… lo mayor sólo luce así escondido… tendrás mil tentaciones y otras tantas sugerencias para decir, hablar de cosas, comunicar esto o aquello… pero hoy ,aquí y ahora, cuando las fronteras quedaron lejos, más allá del mar, vuélvete silencioso y aprende a llorar y sonreír… ¿qué más decir?… simplemente, simplemente: deja… ¡deja ser a la gratuidad!… ¡sé!… la #rosasinporqué es, y porque agradecida sonríe con el sol y llora con las tormentas, pero siempre permanece bella… ¿qué haces cuando se desatan las tormentas y aparece lo inesperado?, ¿eres capaz de descubrir en cada situación una oportunidad o sólo ves un problema?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 6,16-21)…