Amigo y amiga de la rosa, el culto a las exterioridades ha fenecido para quien desee y busque la gratuidad

… amigo y amiga de la rosa, el culto a las exterioridades ha fenecido para quien desee y busque la gratuidad… hace ya mucho tiempo que soñabas con disfraces siempre diferentes, apostando a “seguridades” o a “tranquilidades” superestructuradas, armaduras de hierro que pretendían y pretenden proteger… hoy sabes que siempre quedabas detenido en el mismo lugar, quizá porque no acababas de distinguir el horizonte hacia la ribera, hacia el destino que, sin embargo, no es allá… tu historia es una historia de amor, es arribar adonde nunca lo tuviste como posible… es así, aunque no se entienda el tejido escondido de semejante afirmación y pretensión… adonde son tan pocos los que llegan, porque desprecian la santa locura de quien por fin emprende el camino sin más… ¿el camino?, ¿qué camino?… ningún camino de esos que están por ahí… trazas una huella o mil huellas, ¿camino?, ¿progreso?… pues nada de todo eso… ni método, ni ensayo, ni plan… aquí no más, hacia muy adentro… y, efectivamente, “más allá”… estarte “quieto” es “caminar” por no sabes dónde, porque ya estás sin nada de improvisación… estás donde eres, eres lo que amas, estás donde amas y amas dónde estás… la #rosasinporqué es gratuidad y ama donde está porque está donde ama… ¿sabes que no eres el fruto de una improvisación sino de una historia de amor?, ¿estás donde amas o vives quejándote y lamentándote de todo y de todos?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo, 1,1-17)…