… amigo y amiga de la rosa, ¿buscas alguna calificación o nombre nuevo que te defina?… es posible que esta «tentación» se renueve con cierta frecuencia, porque puedes andar buscando reparos o reconocimientos a través de los distintos parajes que logras superar… pero no debes equivocarte y confundir un lugar o un tiempo con la realidad a la que estás llamado, que supera todo lugar y todo tiempo… es que es insuficiente el sólo “no matarás”… si te sigues enojando, enquistando, enemistando, peleando con tu hermano… si lo sigues insultando, maldiciendo, antes o después querrás quitarlo, desplazarlo, marginarlo, excluirlo de tu vida y de la vida… ¿cómo convencerte, en efecto, que todo comienza cuando no ves en el otro un don, un regalo, una gracia?… atribuyes la condición de «absoluto» a aquello que no lo es y te fatigas en tareas que a nada conducen… despréndete del tiempo y del lugar eventual y ama sin más de más… sumérgete ya en la gratuidad que el otro es y tú mismo eres… la #rosasinporqué no conoce de enemistad ni de malicia, la gratuidad la lleva a valorar la vida, toda vida, como un don… ¿conservas en tu corazón distancias de enojos y revanchas que impiden que se superen las rivalidades con los demás?, ¿te obligas a vivir bajo el signo de la gratuidad para ver en el otro un don para todos y para ti?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 5,20-26)…