Amar sin más de más cansa

… amar sin más de más cansa, y es posible que la fatiga sea muy grande… más posible todavía es que no te sientas comprendido o aceptado… o no halles paz en tus tiempos y en tantos lugares… o seas, aún, perseguido por los mismos que amas… si puedes dar sin más de más es porque ya puedes amar sin distinción ni acepción… ya nada ni nadie te impide amar a tus enemigos, a los que te hacen la guerra, a los que no te quieren… tu corazón se dilata sin fronteras para amar sin más de más… nadie queda excluido del amor, ni lejanos ni contrarios, ya no hay distancia ni adversarios… “Señor, por fin te he hallado, cansado de buscarte e ir a tientas… y es que estabas en el sitio en cruz marcado que indica tu presencia, amor y seña… ¡cuánto cuesta pensar que lo has pensado!… ¡cuánto cuesta no esquivar la Cruz al verla!, cuando en verdad, clavado das tu abrazo a todo el que va detrás de ti con ella a cuestas… ¡cuánto sabes convertir en día apropiado el día en que se cruzan las vidas y las pruebas!… ¡cuánto sabes que solo habría dejado mi vida sin probar o mi prueba sin vivencia!… hoy que llego atraído por tu voz y tu callado que me dice: ‘toma mi yugo, mi carga así es ligera’, te pido que no dejes de mirarme allí a tu lado, que suave es mi cruz si te recuestas…”… la “rosa sin porqué” no reniega de las espinas, porque ama sin más de más con sus pétalos… ¿te diste cuenta que no es “amar menos” sino “más”?, ¿tu corazón está encogido por temor al sufrimiento o dilatado por la confianza en el amor?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 14,25-33)…