¿Aceptar así no más la escasez?… mil veces preguntas y te planteas tu impotencia ante lo que te suena difícil o injusto

… ¿aceptar así no más la escasez?… mil veces preguntas y te planteas tu impotencia ante lo que te suena difícil o injusto… y acabas meditaciones y reflexiones con un gesto de perplejidad, diciéndote: “¡no puede ser!”… y la ansiada respuesta o el sentido de lo que ocurre, con la solución deseada, escapa a tu alcance… ¿entonces?… es urgente que te convenzas que la realidad no es lo que aparece “a primera vista”… las dimensiones mayores de hechos y de acontecimientos quedan veladas o simplemente escondidas detrás de lo que ves o calculas… ¿qué son cinco panes para tantos hambrientos?… inmediatamente buscas al culpable o a la situación causante de la contrariedad molesta… ¡rápidamente estás dispuestos a acusar a quien sea o lo que sea!… pero el fastidio y el disgusto desplazan a la posible compasión… quien padece puede descubrir que todo aquello que hiere será superado o, mejor, trascendido, cuando la gratuidad se apodere de su corazón… cuando tu “corazón” se afirme en sí mismo, desasido y levantado por la gratuidad, cinco panes no sólo alcanzarán sino que sobrarán… la #rosasinporqué al tener sus raíces en la tierra puede contemplar agradecida el cielo, por eso tiene de más para dar… ¿intentas saciar el hambre de tus hermanos con sólo el pan de los hombres que, aunque imprescindible, nunca alcanza?, ¿te desprendes de tus cinco panes para que, en las manos del Señor, alcancen, sacien y sobren?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 14,13-21)…