Tengo mi corazón

¿Tengo mi corazón,
y mis sentidos,
preparados, dispuestos,
para los encuentros?

Encuentros.
Coincidencia
de miradas atentas,
de palabras sinceras,
de oídos abiertos,
de manos tendidas,
de abrazos ofrecidos,
de pies serenados.

Encuentros.
Bajo un árbol,
junto a un lago,
sentados,
caminando,
de día, de noche,
abrazados,
tomados de la mano.

Encuentros.
Cuando hay amor,
comprensión,
tolerancia,
nada de ambición.
Y perdón.
Sí, perdón.
Reconciliación.

Desencuentros.
Inesperados,
dolorosos,
hirientes.

Desencuentros.
Intencionados,
permitidos,
buscados.

Desencuentros.
Indiferencia,
violencia,
posesión.

Corazón paralizado,
falta, carencia,
ausencia de perdón.

De uno y otro lado.
Sentidos atrofiados.

“¿Qué es más fácil decir:
‘tus pecados te son perdonados’,
o ‘levántate y camina’?”¡Amigos!,
cuando me encuentren
“desencontrado”,
¡llévenme en camilla
ante este Señor de la vida!

(… la #rosasinporqué supera toda parálisis de desencuentros con la gratuidad… con el Evangelio de hoy, San Mateo 9,1-8…)