Vivimos en agitación permanente

… vivimos en agitación permanente, sin embargo la supremacía de la vida activa no genera nada nuevo sino que reproduce y acelera lo ya existente… la histeria, el nerviosismo y la violencia de la “competencia permanente” necesitan del “dopaje” para un rendimiento sin fricciones… al encontramos lo primero que nos preguntamos es “¿qué tomas para estar tan bien?”… hoy no buscamos comer y beber para vivir, sino que vivimos para comer y beber… la “rosa sin porqué” es paz interior, delicadeza en los gestos, ternura en las miradas, suavidad en las caricias… ¿vives agitado y nervioso pensando que haces mucho pero siempre estas repitiendo lo mismo?, ¿tienes tiempos de silencio, de oración y de reflexión con los tuyos o los sometes a la histeria de la vertiginosa acción?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 6,35-40)…