¡Hay que valer en esta vida!

… “¡hay que valer en esta vida!”, así te dicen… y agregan: “hay que hacer cosas y cosas que merezcan”… y, por ello, nunca estas en paz, porque siempre te queda algo por hacer o por terminar o por añadir… nunca sientes paz porque siempre te falta algo y sufres la desazón porque nunca estas conforme contigo mismo, ni con los vecinos… aguardas que otros te reconforten y, por lo general, los demás no pueden hacerlo… ¿entonces qué?… lo que ocurre es que no vives donde estas llamado a vivir y, así, no aciertas a descubrir el «lugar» de la paz… es que no vales por lo que haces, ni por lo que eres… vales por lo que amas, pero más vales por Quien te ama… además, el que ama sabe que tendrá que sufrir… no porque encuentre gusto en el sufrir sino porque encuentra gusto en el amar… “Señor de bondad, que tu Paz me queme, que no me deje indiferente… que no me quede en paz si hay niños que de hambre no duermen, jóvenes que viven mal y mueren, esposos desunidos que se mienten… que no me quede en paz si la guerra vence y los mediocres avanzan como peste… Señor de bondad, que me queme tu Paz y no me deje indiferente…”… la “rosa sin porque” no se queda en paz, todos los día amanece nueva y florece… ¿eres indiferente o estás ajeno a lo que pasa a tu alrededor?, ¿te queman la injusticia, el desamor, la inmisericordia?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 12,49-53)…